Una legislación restrictiva y una injustificada alarma social han perjudicado seriamente a los equipos de refrigeración evaporativa en los últimos años. El resultado ha sido una tendencia a la disminución de la presencia de estos equipos en instalaciones frigoríficas de hostelería en favor del empleo de otras tecnologías, como es el caso de los aerorefrigeradores. Sin embargo, se trata de equipos menos eficientes que incrementan el consumo energético, desafiando así las políticas de eficiencia energética que se recomiendan desde organismos nacionales e internacionales.
Por: Comisión técnica AEFYTLos equipos de refrigeración evaporativa son eficientes desde el punto de vista energético, respetuosos con el medioambiente y seguros para la salud humana. Su alta eficiencia energética y su larga vida útil presentan, además, grandes ventajas en un momento de recesión económica como el actual. Sin embargo, el hecho de que estos equipos estén considerados como instalaciones de riesgo a la hora de difundir la bacteria Legionela ha fomentado una percepción negativa frente a esta tecnología.
Seguridad frente a la legionela
Lo cierto es que la evolución en el diseño de los equipos de refrigeración evaporativa, con herramientas de seguridad como los separadores de gotas que impiden la difusión de gotas de agua lo suficientemente grandes como para transportar a larga distancia la bacteria; el uso obligatorio de programas de mantenimiento biológico; y la toma de otras precauciones previstas en la legislación, como el alejamiento de los equipos de zonas de paso de personas, favorecen que la posibilidad de la proliferación y, en su caso, la diseminación al medio ambiente de la bacteria sea prácticamente nula. Todos estos son aspectos a tener muy en cuenta a la hora de asumir el diseño y construcción de un complejo hotelero.
A continuación, intentaremos desgranar las circunstancias en que se puede producir la contaminación por legionela y cómo los sistemas de refrigeración evaporativa tienen los elementos necesarios para evitarla.
Para que se produzca un brote epidémico de Legionelosis asociado a una torre de enfriamiento es necesario que se presente una cadena de sucesos altamente improbable: la existencia de una alta concentración de colonias de la bacteria, que entran en la instalación a través de la red pública de suministro, y condiciones incontroladas que permitan la multiplicación de la misma, es decir, la descarga de una corriente de aire con aerosoles contaminados al ambiente y un número suficiente de micro-gotas de los aerosoles inhalados por personas susceptibles de padecer la enfermedad (inmunodeprimidos). Estas circunstancias muy raramente se producen.
Para prevenir el riesgo de Legionelosis basta con romper esta cadena de sucesos en cualquiera de sus eslabones, los cuales es sencillo quebrar con solo establecer un buen diseño y un correcto mantenimiento de las instalaciones de enfriamiento, con el tratamiento del agua como uno de los pilares fundamentales del programa. De esta forma, es posible minimizar el arrastre de aerosoles de agua en la descarga del aire de los equipos, evitar las posibilidades de inhalación mediante el adecuado emplazamiento del equipo y eliminar las condiciones que favorecen la multiplicación de bacterias.
Eficiencia energética
Aún así, la alarma social ante este fenómeno, el escaso apoyo por parte de las autoridades y el desconocimiento de la sociedad provocan que la toma de decisiones sobre la instalación de sistemas de refrigeración en hoteles se esté decantando hacia alternativas menos eficientes energéticamente. Al mismo tiempo, se da la paradoja de que muchos centros turísticos cuentan con spas e instalan en verano vaporizadores en las terrazas. Son, ambas, instalaciones de riesgo muy cercanas al público, y por tanto peligrosas, si no se extreman las precauciones con su limpieza y mantenimiento.
Desde el punto de vista energético, cabe mencionar un estudio comparativo realizado por el ICAEN (Instituto Català de Energía) en el que se concluye que la evolución de las curvas de rendimiento energético indican que, en cualquier potencia, los sistemas de condensación energéticamente más eficientes son los sistemas húmedos, seguidos de los híbridos y a gran distancia de los secos. En este sentido, hay que tener en cuenta que, para un consumo dado, las torres de refrigeración disipan aproximadamente cuatro veces más calor que los sistemas secos y el doble que los híbridos.
Podemos concluir que el uso del enfriamiento evaporativo para refrigerar el agua de condensación de las instalaciones frigoríficas ( de refrigeración y de acondicionamiento de aire) es una tecnología altamente eficaz y económica para el ahorro de energía. Se trata de una tecnología limpia y segura con un gran valor como alternativa energética para grandes sectores de la industria, entre ellos, la principal fuente de divisas y empleo del país, el turismo.