Los sistemas inteligentes de gestión hospitalaria reducen el tiempo dedicado a tareas administrativas y logísticas entre un 60% y un 80%. Además, evitan errores humanos, pérdidas de producto y una acumulación de stock excesivo, que conlleva un alto impacto económico. Las nuevas tecnologías se han convertido en el mejor soporte para el personal sanitario, liberando hasta en un 50% de su tiempo en tareas no asistenciales o de poco valor añadido.
Según el estudio “Apuntes de eficiencia”, de Palex Medical, sobre los beneficios que aporta la tecnología a los hospitales y el sistema sanitario español, el uso de las nuevas tecnologías se traduce no solo en ahorro económico, sino en una mejora de la atención asistencial, gracias al control de stock y a la automatización de tareas llevadas a cabo por el personal sanitario. Todo ello se traduce además, en un aumento de la seguridad durante la hospitalización del paciente.
Ayuda al personal sanitario
La implicación del personal sanitario en labores administrativas y logísticas resta mucho tiempo a la atención al paciente. Mediante la automatización de dichas tareas se reduce entre un 60% y un 80% el tiempo del personal sanitario en dichas lo que supone una mayor dedicación al paciente. Además, los errores humanos conllevan ciertos riesgos para la seguridad de los pacientes, algo que se evita gracias a la automatización, garantizando la seguridad en los tratamientos a los que se somete el paciente en el hospital, así como el estado óptimo de los productos y soluciones utilizados.
La tecnología en los hospitales también ejerce como elemento de soporte a las tareas diarias del personal sanitario. Los datos demuestran que puede llegar a reducir hasta un 50% el tiempo del personal en tareas no asistenciales o de poco valor añadido, facilitando así una mayor implicación en la atención a los pacientes.
Control de stock
La automatización de los procesos de manipulación supone un ahorro anual de entre un 20% y un 40%, gracias a la reducción de merma del material y al control de caducidades.
Actualmente es habitual que haya un exceso de stock de productos en los hospitales para asegurar su disponibilidad en el momento que sean necesarios. Tecnologías como la identificación por radiofrecuencia (RFID) controlan todos los stocks, avisando, por ejemplo, cuando el producto está a punto de caducar o enviando órdenes de reposición automáticas cuando se esté agotando. De esta forma se alcanza un ahorro del 40% del stock.
Disponer de datos estadísticos de trazabilidad y utilización de los productos, cruzándolos con otras variables, como por ejemplo la época del año en la que se usan, o durante alertas hospitalarias, ayuda a generar una mejor estrategia de optimización de inventarios. Estos datos también permiten tener un mayor control del coste por paciente, intervención o proceso.