A la hora de elegir un hotel, uno de los factores que acaban decantando a los viajeros entre dos establecimientos iguales puede ser que tengan buffet, tanto en desayunos como en el resto de servicios. Un buffet puede ser la mejor carta de presentación de un hotel que busque darse a conocer, incluso entre las personas locales que se decidan a usarlo en días especiales.
Uno de los aspectos primordiales es, sin duda, la calidad de los productos que tienen que ser frescos y disponer de una amplia variedad. No todos los clientes se quedan únicamente una semana por lo que variar el menú, elegir días de comida internacional u ofrecer zumos recién preparados y con sabores distintos puede ser un gancho para los foodies viajeros.
En cuanto a imagen es imprescindible que los comedores y los buffets ofrezcan un aspecto intachable a los comensales, con los alimentos bien presentados y listos para ser servidos. Desde El Corte Inglés División Empresas ofrecen una serie de consejos para crear un buffet en un hotel y que sea un éxito.
• El lugar es primordial a la hora de diseñar un buffet, hay que tener en cuenta la cantidad de gente que lo va a usar y cómo se van a mover entre las mesas. Por lo tanto, lo ideal es contar con un comedor amplio en el que las mesas no queden muy retiradas del espacio de la comida, pero a la vez con la suficiente distancia para que los clientes no se molesten por los olores de la misma, ni les llegue el ruido de la cocina si hay platos que se hacen en el momento.
Al principio del recorrido que deben hacer los comensales deben estar, como mínimo, los platos, aunque sería deseable que también estuvieran cerca los cubiertos. De este modo no perderán tiempo buscando y no interrumpirán al resto si necesitan más cubiertos o cambiar de plato.
Las bebidas es recomendable que estén fuera del circuito del buffet pero en una zona accesible, si es que también se sirven libremente, cosa que no sucede en todos los establecimientos. Además, si se van a ofrecer bebidas calientes, lo mejor es exponerlas en termos que conserven su temperatura y que se mantengan cerrados de manera higiénica, evitando accidentes.
• En la zona de comidas calientes necesitaremos un equipamiento que conserve los alimentos a la temperatura idónea, sin sobrecocinarlos, y que conserve sus cualidades el tiempo que sea necesario. Por ello, lo habitual es contar con chafing dish que, tapados, pueden contener los platos ya servidos o algunos alimentos especialmente delicados como el queso o los embutidos.