Pepe Rodríguez está considerado como uno de los mejores cocineros de España y así se lo han reconocido en su gremio con una estrella Michelín y con varios premios como el Nacional de Gastronomía al mejor jefe de cocina. Pero la fama le llegó con el popular programa ‘Masterchef’, en el que actúa de jurado y en el que temporada tras temporada se ha ganado el cariño de millones de espectadores con su naturalidad. Este año ha confiado en Repagas para renovar su cocina, el corazón de su Restaurante El Bohío, en Illescas (Toledo). En esta entrevista nos cuenta los detalles.
—¿Qué elementos podemos encontrar en la cocina de un gran chef como usted?
—Los elementos son los propios de una cocina profesional: un piano de cocina hecho a medida de 3×2, con dos golpes potentes de fuego y aros con mucha potencia. A esto le sumamos una buena salamandra, hornos de convención vapor para poder trabajar con soltura, mesas bien distribuidas con frío y un congelador maravilloso. Y siete metros de mesa de pase. Con todo esto tenemos una cocina profesional. Así de fácil.
—¿Cómo ha contribuido la evolución de la tecnología en la mejora de la calidad en la elaboración de platos innovadores?
—Ha contribuido muchísimo. Desde que el hombre encendió el primer fuego hasta hoy la evolución ha sido inmensa. Ahora tenemos maquinaria muy precisa, como los hornos de convención vapor. Pongo los grados que quiero y me cuece a esa temperatura. Esto lo cambia todo. La manera de cocinar va evolucionando a la par que van cambiando los utensilios de cocina. Lo mismo ocurre con el menaje. Por ende, la unión entre tecnología y evolución de los platos es indudable. Van de la mano.
—Como bien dices, la cocina ha vivido una enorme evolución tecnológica en los últimos años. ¿Cuáles son las tecnologías más disruptivas que han entrado en las cocinas profesionales?
—Sobre todo, elementos que nos hacen la vida más sencilla. Una cocina es bastante elemental y lo más importante es conseguir una distribución que te ayude a trabajar cómodo. No cabe duda de que un buen piano de cocina te solucionará muchos minutos de trabajo. Yo paso de una cocina convencional a este piano que estáis viendo y la deferencia es muy notable. Ahora dejo muchos cacitos con todo atemperado; soy mucho más rápido y ágil; tengo golpes de fuego con mucha potencia que antes no tenía; y gano especialmente en tiempo. Si a esto le sumamos una buena distribución, unos hornos idóneos (uno de vapor y otro de convención), los bajos mostradores, dos mesas calientes… el resultado es inmejorable. En resumen, hemos duplicado el equipamiento. Y esto me hace la vida más sencilla.
—¿Cuándo se dispone a adquirir un determinado equipo o una determinada maquinaria de cocina, ¿cuáles son las cualidades en las que presta mayor atención?
—Sobre todo en la robustez. Al final montas una cocina casi para toda la vida. No son cosas que cambies todos los años. Por tanto, lo primero que pido es que el equipamiento sea duradero y luego que esté a la última, es decir, que tenga todas esas aplicaciones que necesitamos hoy los cocineros. Y Repagas me lo ha dado. Todos los hornos que tienen son de última generación, no me van a fallar. El piano de cocina está hecho a conciencia, es una maquinaria que pesa 1.000 kilos. Sé que me va a durar toda la vida.
—¿Por qué recomendaría a otros chefs de alta cocina esta marca?
—Si quieren montar una cocina de última generación, Repagas se lo va a poner fácil. Tiene todos los elementos, todas las condiciones y el equipo profesional ideal para distribuirlo e instalarlo, que eso también es importante. Muchas marcas tienen cientos de elementos, pero que sepan encajarlo y que ayuden en la distribución de la cocina, no tantas. Y, además de en la calidad y en la eficacia, en Repagas piensan en la estética. Esta cocina no es solo para trabajar, sino para sentirme tan cómodo como en casa. Estos detalles me parecen fundamentales. No puedo decir más: llamen a Repagas.
Cocina de vanguardia en el corazón de Illescas
El Bohío es, ante todo, un restaurante familiar donde la tercera generación –Pepe Rodríguez y su hermano Diego–, a través de su experiencia profesional e ilusión, han sabido imprimir carácter y marcar un estilo propio a este ya casi olvidado mesón castellano para convertirlo en uno de los templos de cocina de vanguardia de este país. Está situado en la antigua carretera de Madrid-Toledo, a solo 35 kilómetros de Madrid y dentro del pueblo toledano de Illescas.
«El Bohío lo fundaron unos años antes de la guerra civil española Vicente, Romana y nuestra abuela Valentina. El nombre de El Bohío se debe a que nuestra familia materna vivió en Cuba; de hecho nuestra madre nació allí. Un bohío es una construcción típica de los países sudamericanos y caribeños hecha con maderas y cañas. Nada que ver con la acogedora y moderna ambientación que este restaurante tiene hoy, pero que perpetúa con el nombre de su origen humilde», indica Pepe Rodríguez.