¿Un robot que cocina hamburguesas, que sustituye a parte del personal de un restaurante y que se vuelve loco ante una sobrecarga de demandas? En la serie Futurama ya vaticinaron algo parecido cuando en uno de los capítulos al Robot Chef le explotó la cabeza porque le habían pedido una pizza y unas anchoas y no lograba encontrar los ingredientes. Los Simpsons no se han quedado atrás en hacer hincapié en que los robots no son capaces de seguir el ritmo a los humanos y acaban volviéndose locos. Prueba de ello son los inventos tecnológicos resultantes en tragedia del Profesor Frink o Linguo, el robot corrector de la gramática que acabó con un cortocircuito por la cantidad de errores cometidos por una persona.
En este caso no hablamos de ciencia ficción, pero como si lo fuese. Y es que el debut de Flippy, el brazo robótico que había sido contratado por la cadena estadounidense Caliburger para cocinar hamburguesas, no salió como esperaba. La gran expectación por ver al robot en acción en su primer día de trabajo acabó con el local de Pasadena (California) abarrotado y con la desconexión y sustitución por equipo humano de Flippy, que no daba abasto con la cantidad de demandas.
Supuestamente el robot iba a ser capaz de preparar hasta 300 hamburguesas por hora, y así lo había probado la empresa Miso Robotics, pero tras un año de prácticas con el Grupo Cali (matriz de Caliburger) y como en las series animadas antes mencionadas, no estuvo a la altura.
Caliburger sigue confiando en Flippy y sus capacidades
Caliburger, sin embargo, ha confirmado que seguirá adelante con la idea de fichar 50 robots como Flippy para sus restaurantes en el territorio de los Estados Unidos, así que Miso Robotics ya está trabajando en una actualización que le ayude a trabajar con soltura y rapidez. Mantienen desde la hamburguesería que así se evitarán los problemas de reclutamiento de personal, la alta rotación de empleados y la capacitación constante. No pierde la esperanza en que los nuevos ‘flippys’ le permitan ahorrar dinero y dar un servicio más eficaz a los clientes.
Flippy comenzó a desarrollarse en 2016 con el objetivo de llevar los robots a las cocinas funcionales. Por ello, estaba equipado con seis ejes con cámaras 3D, sensores y una cámara térmica para llevar un control durante el proceso de cocción de la carne. Además, durante las prácticas era capaz de intercambiar las espátulas para usar una con la carne cruda y otra para los filetes cocinados, al mismo tiempo que limpia las espátulas y la superficie de la parrilla.
Aunque por ahora no ha funcionado, habrá que esperar al próximo capítulo para saber cómo acaba la historia. Al menos no podrá explotarle la cabeza como le pasó al Robot Chef (básicamente porque no tiene).