Los continuos cambios que exige un sector tan dinámico como el de hostelería y restauración obligan a las marcas a adaptarse rápidamente a las demandas de los clientes. El objetivo es ofrecer un servicio de calidad acorde a sus pretensiones y, si es posible, mejorarlo. Contentar a la gran parte de los profesionales del sector es, por tanto, es donde está el punto de mira de las marcas.
Para Scotsman esta situación no ha pasado desapercibida y ha vuelto, una vez más, a aportar al sector nuevas soluciones en cuanto a máquinas de hielo se refiere. Se trata de la amplia gama de dispensadores de hielo Self Service, las cuales suponen un plus en cuanto a calidad y a su vez, una herramienta con la que disminuir costes y, al mismo tiempo, facilitar la labor del personal del establecimiento hostelero. ¿Por qué?
Los clientes pueden servirse directamente el hielo de una manera higiénica, ya que no hay posibilidad de manipulación sobre el mismo, muy importante para respetar la limpieza que todo cliente demanda. Además, estas máquinas disponen de diferentes formas según las necesidades de cada establecimiento –gourmet, nugget, cubelet o triturado–, que le otorgan un gran plus de polivalencia y adaptabilidad a nuevos entornos.