Cuando se trabaja en una cocina industrial que hay que reformar, los tiempos de parada pueden suponer un gran problema. Por eso, se debe buscar una solución rápida y efectiva. Elegir un producto que pueda instalarse directamente sobre baldosas pre-existentes puede ahorrar un tiempo muy valioso. Solo hay una cosa que puede hacerte fracasar, y es algo muy sencillo: Las baldosas tienen que estar limpias. A continuación, unas claves de cómo obtener el éxito en materia de limpieza.
Eliminar la suciedad como elemento clave
Por “limpias” debe entenderse “escrupulosamente limpias”. Existe una gran probabilidad de que las baldosas de una cocina presenten residuos de aceite o comida y si bien en algunos lugares será muy evidente, como por ejemplo alrededor de los fogones o cerca de enchufes, la existencia de salpicaduras puede implicar prácticamente toda la cocina.
Por suerte, la limpieza no requiere el uso de ningún equipo especial. De hecho, lo que mejor funciona son los productos que se suelen tener en casa -los disolventes tienden a evaporarse tan rápido que no tienen tiempo suficiente para hacer su trabajo. Recomendamos realizar varias pasadas y eliminar entre una y otra los restos de los productos de limpieza. La limpieza debe realizarse de forma metódica y por secciones. Son mejores las limpiezas rigurosa que las que duran mucho tiempo. Ah… y recordar que está comprobado que los problemas pueden surgir en las zonas superior e inferior de la pared, donde hay que agacharse o estirarse para limpiar.
¿Qué ocurre si la limpieza no ha sido la adecuada?
Si no se eliminan los contaminantes, el adhesivo aplicado en el revestimiento de paredes no se fijará a las baldosas, por lo que en algún momento acabará despegándose. La señal de alarma será un pequeño bulto que aparecerá en el revestimiento que indicará que el adhesivo sigue perfectamente fijado al revestimiento y que es la fijación a la baldosa la que no se haya realizado correctamente.
¿Qué hacer si se sufre esta situación en la instalación?
Si solo sucede en un panel, lo mejor es cambiarlo. Si sucede en varios, evidentemente, la solución requerirá más trabajo. En ambos casos, el usuario final se ve afectado y es mejor eliminar el adhesivo antes de volver a empezar y evitar que se repita la misma situación. Como siempre, es conveniente respetar las condiciones de salud y seguridad: evaluar debidamente los riesgos, emplear equipos de protección y asegurar una ventilación adecuada al utilizar adhesivos y productos de limpieza.
Para una rápida reforma de las paredes de las cocinas industriales, una recomendación sería el revestimiento de paredes Altro Whiterock, que es impermeable, higiénico, fácil de limpiar y con un aspecto excelente.
Desde la firma han comprobado que las baldosas son propensas a romperse y en su lechada puede acumularse suciedad. La buena noticia es que con Altro Whiterock no hace falta quitar las baldosas y puede instalarse sobre ellas. De hecho, es mejor hacerlo así que quitarlas. Da igual si las baldosas son esmaltadas, sin esmaltar, grandes, pequeñas, con o sin lechada. Nada de ello supondrá un problema. Lo único que debe hacerse es quitar las que estén sueltas y poner en su lugar contrachapado u otro tipo de material de revestimiento seco de un grosor equivalente. Si la baldosa está muy contaminada o pintada, puede desgastarse con un disco de diamante.
Y por último resaltar que, como siempre, es conveniente respetar las condiciones de salud y seguridad de la instalación: evaluar debidamente los riesgos, emplear equipos de protección y asegurar una ventilación adecuada al utilizar adhesivos y productos de limpieza.