Texto: Ana I. García
¿Cómo se monta una cocina en un local de una cadena como Subway? ¿Cuál ha sido la evolución en estas décadas de funcionamiento de la compañía? José Luis Fernández, Territory Manager de la marca explica que «Las zonas de preparación de nuestros restaurantes son diseñadas desde nuestra central a la vez que se organiza el resto del mobiliario del local. En ellas tenemos cámaras congeladoras y refrigeradoras, mesa de preparación, fregadero, lavavajillas y zona de almacenaje a temperatura ambiente».
Así, como expone Fernández, cada establecimiento conlleva un proyecto a medida que se diseña en función de las necesidades específicas del local. Desde la empresa «nos hemos ido adaptando a las distintas novedades que han ido saliendo al mercado al respecto. Siempre hemos tenido como objetivo optimizar al máximo su funcionamiento, para simplificar al máximo todos los procedimientos que se llevan a cabo en la zona de preparación del restaurante y poder ofrecer a nuestros clientes la máxima calidad y el mejor servicio».
Equipos básicos en la marca
En líneas generales, un establecimiento Subway cuenta, en el área de servicio con neveras refrigeradoras, horno/ fermentador de pan tostador rápido, lavamanos y mueble neutro para área de pago. Como afirman desde la marca «Ofrecemos una gran variedad de producto, de hecho, nuestros clientes tienen la opción de elegir entre 4,9 millones de combinaciones diferentes, pero la realidad es que nuestras cocinas son muy sencillas y funcionales, para facilitar a nuestros empleados el trabajo en todo lo posible».
De cara a que dichas cocinas sean lo más homogéneas posible «Utilizamos marcas de fabricantes internacionales y especializadas en restaurantes de servicio rápido. Estos equipos han sido diseñados bajo las especificaciones técnicas de Subway. Precisamente, contar con el mismo equipamiento en la cocina de todos los locales, nos permite mantener la homogeneidad de nuestros productos, de manera que el cliente no va a diferenciar si está en un restaurante en Madrid o en Nueva York. Se ha trabajado muy duro en este sentido a nivel internacional para garantizar el reconocimiento de la marca en todos los sentidos, pero sobre todo en el más importante y nuestro valor diferencial, la esencia que caracteriza a cada uno de nuestros productos».
Porque, reiteran desde Subway, es precisamente esta uniformidad, tanto en los procesos como en los ingredientes y en los métodos de trabajo, lo que garantiza la consistencia y la alta calidad de los productos que se sirven después a los clientes. «Este es nuestro compromiso con ellos», asevera José Luis Fernández.
Cuestión de tamaño
Sin embargo, esta homogeneidad puede llegar a complicarse si se tiene en cuenta que la enseña posee muy diversas variedades de tamaño y localizaciones, no en vano la marca opera unos 42.500 restaurantes alrededor del mundo; algunos de ellos muy peculiares. Sobre esto, Fernandez explica que «Contamos con diferentes tamaños de todos nuestros equipos que pueden se utilizados en sitios con espacios muy reducidos. Siempre presumimos de la flexibilidad que ofrecemos a la hora de montar un restaurante, tanto por ubicación como por espacio, por eso tenemos que ser los primeros en adaptar el modelo de negocio a cualquier posibilidad que se nos presente, independientemente de la singularidad de cada local. Conscientes de ello, estamos preparados para dar respuesta a cualquier dificultad en este sentido».
Para ello, desde la marca se ‘trabaja’ con dos consolidados instaladores a nivel mundial que dan servicio en los más de 100 países donde opera la enseña.
«Ellos trabajan a demanda en función de las necesidades marcadas por nuestro equipo técnico. Esto nos permite replicar de manera fácil el mismo producto alrededor de todo el mundo, al mismo tiempo que nos ofrece unas condiciones económicas muy ventajosas a la hora de instalar el equipamiento en el restaurante, que, así como la remodelación, es una de las partidas que requieren un mayor nivel de inversión en el momento de poner en marcha el local».
De cara a poner fáciles las cosas a los 21.000 franquiciados de la firma , y siendo equipos técnicos muy sofisticados y diseñados para operar de forma correcta «trabajamos con los equipos homologados. Cualquier otro equipo local que pueda ser usado (nada frecuente) deberá pasar las aprobaciones de la marca. A veces sucede que el franquiciado nos propone hacer uso de elementos en la cocina que no son los nuestros, pero no es lo normal. Llevamos muchos años trabajando en perfeccionar el modelo de negocio para garantizar el mejor uso, a todos los niveles, de los elementos que implantamos en nuestras cocinas».