Un artículo de Rafael Olmos, presidente de FELAC.
En las últimas décadas, la industria española de equipamiento para hostelería ha dado un salto cualitativo impulsado por la inversión en investigación, desarrollo e innovación.
Paralelamente, el cocinero ha entrado en los departamentos de I+D+i de los fabricantes para desarrollar conjuntamente nuevos conceptos de maquinaria y equipamiento, e incluso numerosas firmas cuentan en su plantilla con la figura de un chef corporativo.
También desde el lado de la demanda se han producido cambios que han influido en el desarrollo de productos por parte de la industria, como el hecho de que hayan aparecido nuevos conceptos de restauración, que las cocinas de los restaurantes hayan dejado de estar ocultas para lucirse y que el hostelero se haya hecho cada vez más experto y exigente, así como los clientes de los establecimientos, con un nivel de información que va en ascenso gracias a internet y las redes sociales.
Trabajo e inversión
A lo largo de estos últimos 30 años, las empresas españolas han ensanchado sus horizontes comerciales abriendo mercados en el exterior. Sus productos son cada vez más apreciados fuera de España, como pone de manifiesto una cuota exportadora media que roza el 50%. Pero detrás de esa cifra hay un gran trabajo e inversión de los fabricantes para la creación de departamentos de exportación y la adaptación de sus productos a los distintos mercados mediante certificaciones. Y, cómo no, el esfuerzo del fabricante español por desarrollar productos cada vez más innovadores capaces de llegar a cualquier parte del mundo.
Actualmente, la innovación tecnológica en maquinaria hostelera se traduce en equipos de última generación que, a la postre, lo que tratan es de ayudar al hostelero a conseguir la excelencia en su trabajo y a facilitarle su día a día. Nos encontramos así con máquinas inteligentes que aplican la tecnología del internet de las cosas (IoT) y monitorizan consumos; equipos altamente productivos que buscan el máximo rendimiento; tecnologías llamadas a perfeccionar la preparación de los alimentos y a garantizar la seguridad alimentaria, o soluciones sostenibles que incorporan sistemas de eficiencia energética.
Sin duda, el equipamiento para hostelería apuesta por la sostenibilidad porque el objetivo es crear equipos que ahorren energía, hagan un uso razonable de los recursos y respeten el medio ambiente. Unos conceptos que no son solo atribuibles a la maquinaria, sino que es un denominador común de todo el equipamiento hostelero, incluidos los sectores de mobiliario y lencería textil, donde también hay iniciativas de economía verde.
En este sentido, la fabricación de equipamiento de hostelería avanza asimismo en el ecodiseño para producir productos más eficientes energéticamente y más sencillos de desmontar con el fin de facilitar su limpieza, reparación y reciclaje. Y es que el gran reto está en realizar la transición hacia una economía circular, la cual pide un cambio en los patrones de fabricación y también de consumo haciendo que los residuos sean devueltos al circuito productivo ya como recursos. Un gran reto que afrontaremos para fabricar mejores productos y contribuir a construir un mundo más sostenible.