Actual y único protagonista del escenario internacional durante las últimas semanas, el coronavirus, COVID-19, es un virus nuevo, desconocido anteriormente en la patología humana, que pertenece a la familia Coronaviridae. El origen de estos virus es animal, se trata por tanto de un virus zoonótico que se transmite de animales a personas.
De persona a persona se transmite generalmente por vía respiratoria y contacto siendo sus principales afecciones: tos, fatiga, cefaleas, fiebre, escalofríos, problemas gastrointestinales y malestar general que en ocasiones pueden llegar a evolucionar a casos de neumonía. En algunos casos, y como ya hemos podido confirmar en numerosos países, este virus puede causar incluso la muerte del afectado, especialmente cuando se padece una enfermedad de base o en casos de inmunodeficiencia previa.
El brote de coronavirus ya ha sido declarado oficialmente como pandemia mundial por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por este motivo es necesario actuar de inmediato para prevenir y controlar la proliferación y posterior contagio de este virus, especialmente en aquellos espacios donde el flujo de personas y mercancías se realiza de forma constante.
Uno de los principales sectores de riesgo, después, evidentemente, del sector sanitario, es el hostelero y de restauración. Desde la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) recomendamos implantar en estos establecimientos medidas de prevención que mitiguen al máximo posible el riesgo de contagio tanto a empleados como a clientes.
Higiene, la clave
Como bien sabemos, mantener una higiene básica es la forma más eficaz de evitar contraer este virus en los lugares en los que existe un mayor riesgo de transmisión. En este sentido, es conveniente lavarse las manos con frecuencia y toser y/o estornudar en la zona interior del codo. Desde ANECPLA, y en línea con muchas de las recomendaciones lanzadas asimismo desde los Ministerios de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, se conseja la implementación en restaurantes, hoteles, apartamentos turísticos, etc. de otras medidas adicionales tales como:
- Vigilar diariamente el estado de salud de los trabajadores
- Informar y formar a los trabajadores -a través de emails, intranet, compromiso de calidad, señalización, etc.- sobre cómo realizar las tareas diarias de forma segura
- Prestar especial atención y desinfectar habitualmente los “puntos calientes” de contagio -por ejemplo, mesas y mostradores de hoteles y restaurantes-
- Colocar difusores de producto desinfectante de manos en baños y zonas públicas,
- Mejorar el stock de limpieza y de los equipos de protección para evitar quedarse sin ellos a causa de la alta demanda de guantes, mascarillas o lejía
- Aislar con plástico protector transparente aquellos elementos susceptibles de contener el virus y que sean difíciles de limpiar, tales como mandos a distancia, teclados o botones de ascensores
- Realizar labores de desinfección de superficies, siempre llevadas a cabo por profesionales que posean los conocimientos técnicos necesarios para emplear los desinfectantes más apropiados en las concentraciones que resulten más eficientes y con menos impacto para los usuarios de este tipo de establecimientos
En definitiva, apostar por una higiene personal y ambiental correcta y regular es una de las medidas de contención más eficaces para prevenir contagios e infecciones por coronavirus tanto en el ámbito privado como en el sector público.
En caso de episodios de coronavirus se requerirá realizar tratamientos de desinfección de choque y para ello es necesario contratar a empresas de servicios biocidas inscritas en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Biocidas.