La crisis económica provocada por la pandemia se ha cebado con especial virulencia con los hoteles y restaurantes, empresas claves para la economía y el empleo, que están entre los más rezagados a hora de adoptar la factura electrónica, según el Estudio SERES de Implantación de la Factura Electrónica en España 2019.
Según este Estudio, el número de empresas emisoras de facturas electrónicas pertenecientes a estos sectores representa sólo el 1,21% del total nacional. Estas empresas emitieron, en 2019, el 0,61% del total de las facturas electrónicas.
En recepción estos porcentajes aumentan ligeramente. Así, las empresas de este rubro receptoras de factura electrónica representaron el 2,26% del total de las empresas españolas, y fueron destinatarias del 1,12% del total de las facturas electrónicas.
Estos porcentajes destacan frente a los registrados por sectores como el comercio, uno de los más activos en el uso de la factura electrónica, con porcentajes consolidados cercanos al 30%, el textil, el sector utilities o la industria.
“Resultan muy llamativos estos resultados ya que las empresas de turismo, hostelería y restauración tienen un nivel de digitalización importante, sin embargo, la penetración de la factura electrónica es terriblemente baja a pesar de sus ventajas, especialmente en una situación como la actual donde la digitalización será clave para la supervivencia de los negocios”, comenta Alberto Redondo, director de marketing de SERES para Iberia y LATAM.
Datos nacionales
Según el Estudio, el número de facturas electrónicas procesadas en 2019 en nuestro país ascendió a 206.464.053 documentos, un 13,51% más que en 2018. Del total, 171.773.817 documentos -un 6,1% más que en 2018- corresponden a transacciones entre empresas (B2B), 22.292.891 a operaciones entre empresas y las administraciones públicas (B2G) y 12.397.345 a ventas de empresas a particulares (B2C).
Gracias al uso de la factura electrónica, en 2019 se ahorraron más de 1.600 millones de euros en la gestión de facturas emitidas y recibidas, y el equivalente en horas de trabajo de más de 442 años laborales. Además, se generó un impacto medioambiental positivo cercano a la superficie forestal del Parque del Retiro al eliminar el papel de facturas, sobres, etc. Según el estudio, el coste medio de recepción de una factura es de 7,22€ en papel y 2,27€ en digital y en emisión de 4,45€ en papel y 1,64€ en digital.
Por sector de actividad
Por actividad, el Sector servicios es donde la factura electrónica tiene un mayor grado de implantación, tanto en emisión (64,06%) como en recepción (61,80%), con un aumento del 8,14% y el 3,35% respectivamente respecto a 2018. Le sigue Industria, con un 27,81% de empresas emisoras y un 28,07% de receptoras, pero con una reducción del 13,99% y del 8,61% respectivamente sobre 2018. Por su parte, en el Sector primario, la implantación de la factura electrónica es del 3,66% en emisión y un 3,64% en recepción, con una variación positiva en torno al medio punto en ambos casos.