Cuando hablamos de comida a domicilio, los gigantes del sector lo saben bien: las entregas deben estar garantizadas en menos de 20 minutos y la comida debe mantener sus propiedades organolépticas. En base a esto, tanto la fase de preparación como la distribución de las comidas están reguladas por reglas muy específicas.
Por una parte, está el HACCP (Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos) es un sistema que permite aplicar el autocontrol de manera racional y organizada. Es obligatorio solo para operadores en los sectores post-primarios. El sistema debe ser aplicable y aplicado, orientado a prevenir las causas de aparición de los incumplimientos antes de que se produzcan y debe prever las acciones correctivas oportunas para minimizar los riesgos cuando, a pesar de la aplicación de las medidas preventivas, se produzca una no conformidad.
Documentar el sistema
El objetivo principal es establecer un sistema documentado con el que la empresa pueda demostrar que ha operado de forma que se minimice el riesgo. Sin embargo, en algunos casos, como en las pequeñas empresas, la aplicación del sistema HACCP puede resultar compleja. Pero en cualquier caso es necesario que la correcta preparación y aplicación de los procedimientos, aunque simplificados, permitan el control y gestión de los peligros dentro del proceso productivo. La aplicación de los principios del sistema HACCP a la producción primaria aún no es practicable de manera generalizada, pero se recomienda el uso de prácticas correctas de higiene en este sector. Para facilitar la adopción de planes de autocontrol adecuados, se ponen a disposición manuales de Buenas Prácticas de Higiene (BPH), que constituyen documentos de orientación requeridos por la normativa comunitaria y pueden ser utilizados como guía para la aplicación de sistemas de autocontrol.
En España, en los primeros momentos del confinamiento los principales operadores del sector acordaron y lanzaron además una guía con las recomendaciones sanitarias y buenas prácticas para garantizar que el servicio continuara siendo responsable y seguro para repartidores, consumidores y trabajadores de los restaurantes en los difíciles tiempos y con las excepcionales circunstancias que estábamos por vivir.
Este sería el procedimiento para cumplir con la normativa y garantizar la higiene en el sector alimentario. Pero, ¿cómo transportar correctamente las comidas a domicilio?
PoliboxBag de SDS
Una solución perfecta la encontramos en las bolsas isotérmicas Poliboxbag, de SDS. La marca cuenta con una amplia gama para delivery, con diferentes modelos, tamaños y funcionalidades. Desde específicos para pizza hasta tipo mochila, para cajas de menú y/o sólo botellas. Una solución para cada necesidad.
Pero lo importante es que todas esas bolsas están fabricadas en un material ideal para mantener el calor y/o el frío en su interior (estructura exterior en nylon + aislamiento interno en poliuretano expandido + interior en poliéster). Por ejemplo, una pizza recién sacada del horno tiene una temperatura de 90°C. Está claro que la entrega debe ser inmediata y segura, tanto para el cliente como para el repartidor. Pero es también vital mantener las propiedades térmicas del alimento inalteradas. Dicho de otra manera, la pizza debe entregarse caliente al cliente! No hay nada peor que una pizza fría y gomosa, pero este tipo de problemas no se darán más con la gama de bolsas isotérmicas de SDS.
Todo esto es importante porque las repercusiones en el sector del delivery son inmediatas y reales como ya se mencionó anteriormente. Así lo confirma el caso de Londres, donde plataformas de terceros han hecho posible una expansión del sector de la restauración, con un 69% de ellas reportando un crecimiento del 69% en sus ventas tras adherirse a Uber EATS.
En Asia empieza a verse también cómo las plataformas de terceros pueden facilitar el crecimiento de los restaurantes, no solo ofreciéndoles un marketplace, sino también aportándoles un espacio físico para operar. El ejemplo es el del servicio de transporte de pasajeros Grab, que abrió recientemente su primera cocina en la nube en Singapur, donde los socios de catering pueden encontrar tanto el apoyo para la gestión de “utilities” como un espacio para innovar.