Desde Impafri, no se duda de que siempre es más ventajoso acudir al producto nacional por diferentes aspectos: el plazo de entrega es más corto al ahorrar tiempo en la logística; el producto sufre menos daños por su manipulación en los distintos puntos de expediciones; se reducen emisiones contaminantes y el ahorro en combustible revierte en el cliente; y cabe recordar que, comprando producto nacional, contribuimos a proteger el empleo y mejorar la economía del país.
Sin embargo, Jose Francisco Pérez, responsable de Marketing de la marca, afirma que «No creo que compitamos en igualdad de condiciones, esto es debido a que, en muchas ocasiones, el coste de producción del país extranjero es muy inferior, no solo por la calidad de los componentes de su producto, sino porque los salarios son menores o se trabaja en condiciones precarias, posiblemente debido al nivel socioeconómico de la región».
A pesar de todo, el cliente por norma general valora favorablemente el producto nacional, lo percibe como un producto de mayor calidad que algunos exportadores de dudosa procedencia. «También es verdad que esto se debe a que el producto del frío comercial español se encuentra a la vanguardia mundial, capaz de competir con cualquier país del mundo en cuanto a calidad».
El año 2021, dice Pérez, se prevé que no será el año más próspero que hemos conocido, pero «si es verdad que hay esperanza -nos la ha dado la vacuna- para que, a partir del segundo trimestre, la actividad vaya normalizándose. Esto tardará tiempo, pero debemos intentar que sea una realidad lo más pronto posible por el bien de nuestras empresas y de la sociedad en general».