Llegado el final de las vacaciones veraniegas, comienza septiembre y, con él, la cuenta atrás para que expiren las dos principales ayudas para los negocios hosteleros, entre otros sectores. Los Ertes y las prestaciones por cese de actividad tienen su fecha de expiración el 30 de septiembre, a falta de nuevas comunicaciones del Gobierno.
De estas medidas dependen todavía casi medio millón de trabajadores, autónomos y empresas, todos ellos preocupados por la finalización de estas ayudas. El pasado mayo se prorrogó la vigencia de los expedientes de regulación de empleo por quinta vez desde el inicio de la pandemia del Coronavirus, dando soporte a los 558.000 trabajadores que se encontraban bajo esas circunstancias.
En esas fechas, la ministra de Trabajo Yolanda Diaz ya dejó caer que buscarían un nuevo acuerdo con patronal y sindicatos para ejecutar una sexta prórroga de los Ertes, ya que según ella no tenía sentido dejar caer el sistema de suspensión temporal de empleo cuando se vislumbraba una recuperación económica. Además, el Ministerio de Trabajo está preparando un nuevo sistema que sustituya a los Ertes después de la pandemia. Se establecerá de forma permanente y se llamará Mecanismo de Sostenibilidad del Empleo.
La temporada de verano, arma de doble filo para los Ertes en hostelería
Uno de los requisitos que se exige a cada empresa perteneciente a los sectores ultraprotegidos para acogerse a un Erte es que, desde el comienzo de la crisis sanitaria, haya reincorporado a menos del 65% de los empleados en esta situación. La otra es que más del 15% de los trabajadores de cada CNAE (sector concreto) estén en situación de Erte, algo que comienza a ser complicado cumplir para la mayoría.
La recuperación de la hostelería, gracias a la campaña veraniega y al turismo nacional, ha situado al sector como el gran motor del empleo en España durante los últimos meses. En enero, había 738.969 empleos suspendidos por causa de fuerza mayor, mientras que en julio se habían reincorporado 407.483 trabajadores al mercado laboral.
Pero estos datos son un arma de doble filo llegado el final de las vacaciones, que provocará la bajada de persianas de muchos negocios de restauración de cara a la temporada de otoño-invierno.
Miedo por las restricciones y los despidos masivos tras las vacaciones
Está claro que la temporalidad que afecta al sector provoca subidas y bajadas en la afiliación, siendo el sector que más aportó a la caída del paro en julio. Se está trabajando en la prórroga de los Ertes hasta 2022 ante el miedo a los despidos masivos tras la vuelta de vacaciones.
Desde Hostelería de España alertan de la situación y su secretario general, Emilio Gallego, ha manifestado en distintos foros: “Hay que mantenerlos hasta que no se recupere un cierto nivel de normalidad. Sigue habiendo una base de inactividad muy alta, no funcionan las barras, el servicio en interior está restringido y hay limitación de horarios y aforos”.
Desde Mab Hostelero seguiremos atentos a cómo se suceden los acontecimientos. Puedes seguir leyendo artículos sobre el sector de la hostelería aquí.
