El estudio Lagranja Design ha diseñado el nuevo restaurante Hincha by Nandu Jubany, situado en la primera planta destinada a Food & Beverage del recién inaugurado hotel MIM Andorra.
El estudio de diseño ha adoptado para el interiorismo de su restaurante un inspirador estilo que mezcla entre lo urbano y lo rústico, sin perder de vista la elegancia.
Disposición del espacio y el mobiliario
Uno de los retos a los que se ha enfrentado el equipo de Lagranja Design ha sido lograr que en un espacio comprimido cohabiten, además del restaurante Hincha, la zona de cafetería y el lounge.
Algo que se ha resuelto con el propio mobiliario, zonificando las tres áreas contiguas de tal modo que se han podido delimitar los espacios sin cerrarlos, potenciando así la sensación de amplitud.
Buena muestra de elemento de mobiliario que ayuda a crear microambientes es la gran estructura en forma de seta, que encontramos en la zona lounge, que transforma un pilar y un falso techo en un espacio que combina urbe y naturaleza.
Bajo la gran seta abstracta (trabajo artesanal realizado por Lagranja en escayola) destaca un sofá semicircular que ofrece un espacio acogedor y diferente, un rincón ideal para tomar un café enmarcado por una gran alfombra a medida realizada por Nani Marquina.
Además, distintos módulos centrales fijos en forma de semicírculo también contribuyen a organizar el comedor y crear pequeñas zonas de cierta privacidad. Estos módulos se han revestido en piezas de cerámica en tonos verdes.
Lagranja ha diseñado un gran banco tapizado perimetral, que sigue todo el ventanal. Distintos pilares extra large revestidos en madera esconden la estructura del edificio y segmentan diferentes zonas de asientos.
Una mezcla de estilos para crear un ambiente auténtico
La voluntad del chef Nandu Jubany era diferenciar el restaurante Hincha con una atmósfera más joven y fresca, sin perder el toque de lujo del establecimiento hotelero que lo acoge.
El hecho de que, además de las carnes y algunos clásicos de Jubany, se sirvan también pizzas determinó que el lugar tuviera que ser más informal, un restaurante más bien inclusivo y no excluyente.
Acorde a esta idea, el equipo de Lagranja ha buscado un diseño de restaurante de hotel que refleja su carácter urbano, pero ubicado en un entorno natural pirenaico. De tal modo, se genera un ambiente combinando lo rústico y lo elegante.
Esta atmósfera única que transmite el restaurante se consigue a través de una mixtura de materiales: destaca la abundancia de madera de pino sin pulir, con corte sierra, que aporta ese carácter de montaña; en contraposición con otras texturas y materiales más fino inspirados en un ambiente urbano.
La autenticidad llega incluso a los aseos, donde el lavamanos de piedra parece un auténtico fragmento natural por donde brota el agua de la propia montaña. Para el grafismo, un punto clave en el proyecto, Lagranja ha colaborado estrechamente con el estudio de diseño gráfico Zoo.