Por Jorge C. Juárez, CEO de Sighore-ICS
La digitalización está transformando rápidamente la sociedad en que vivimos y la restauración y la hostelería en España no son ajenas a ella. En la actualidad asistimos a la mutación de los tradicionales hábitos de consumidores y empresarios, que buscan la supervivencia dentro de una espiral de oferta y demanda cada vez más digitalizada. Como veremos a continuación, desde los más rutinarios procesos hasta las vanguardistas formas de consumo, la demanda de nuevas herramientas y servicios alcanza todos los estratos del sector.
Por un lado, cada vez más establecimientos están adoptando tecnologías punteras para mejorar la experiencia de sus clientes, ofreciendo un servicio personalizado y mucho más rápido. Esto se traduce en menús digitales interactivos, pedidos automatizados, tours virtuales por el restaurante o experiencias de realidad aumentada relacionadas con la comida y la bebida.
La digitalización de las operaciones en sala y en cocina, por su parte, suponen un factor estratégico en cuanto a productividad y fidelización de los empleados. Disponer de una solución tecnológica para la toma de pedidos directamente en la mesa del cliente y que dicho pedido lo reciban automáticamente el TPV y las pantallas de cocina ahorra trabajo y tiempo durante el servicio. Actualmente estamos viendo cómo cada vez más locales apuestan por incorporar pantallas que permiten evitar errores, gritos y papeles revoleteando en sus cocinas, aportando sostenibilidad y control de las mismas.
Por otro lado, la digitalización también está afectando el modus operandi de los establecimientos, cuyas operaciones ‒como la gestión de los pedidos, de los inventarios y otras tareas diarias‒ se están automatizando cada vez más. Los sistemas de gestión ERP basados en la nube y las herramientas de planificación de recursos están ayudando a los propietarios de restaurantes a optimizar sus procesos, propiciando una toma de decisiones mucho más ágil y reduciendo el desperdicio de alimentos.
Reservar mesa, cada vez más tecnológico
Reservar mesa en un restaurante o hacer pedidos a domicilio es otra de las áreas en las que la tecnología está avanzando con mayor velocidad. Y es que los consumidores españoles recurren cada vez más a plataformas en línea para realizar reservas en restaurantes y pedir todo tipo de comida para disfrutar sin moverse de casa, hábito que se extendió durante y tras la pandemia. Esto ha llevado a un gran aumento en la adopción de aplicaciones de reserva y entrega de comida a domicilio, como Cover Manger, El Tenedor (TheFork), Uber Eats y Glovo. Estos avances conllevan también ciertos riesgos al incorporar intermediarios, por lo que una prioridad para el establecimiento debe ser tener implementadas en un ERP el máximo de aplicaciones posibles que operen en el restaurante, minimizando así los posibles errores humanos y técnicos.
Pero no sólo los pedidos a domicilio se multiplicaron a raíz de la pandemia, desde entonces también hemos podido ver cómo la adopción de pagos sin efectivo se ha ido imponiendo. Ahora un gran número de clientes exige poder pagar con tarjeta o con el teléfono móvil, por lo que muchos establecimientos están invirtiendo en tecnología para hacer que el proceso de pedido y pago sea más eficiente para todas las partes.
Por último, resulta necesario mencionar la importancia que el marketing digital tiene hoy para los restaurantes. La presencia en redes sociales se ha convertido en una herramienta fundamental para la promoción del sector hostelero. Los restaurantes y bares españoles están utilizando plataformas como Instagram, Facebook y X para promocionar sus ofertas, interactuar con los clientes y poder mostrar sus platos, ofertas o inclusos sus locales y ambientes.
Como vemos, los profesionales del sector pueden disfrutar de un claro beneficio para sus negocios gracias a la inversión en tecnología. La digitalización es una herramienta estratégica que está cambiando rápidamente la forma en que se gestiona y opera la hostelería en España. Los establecimientos que integren la tecnología sin duda estarán mejor posicionados, obteniendo una ventaja competitiva que les permitirá adaptarse con mayor dinamismo a los cambios en los hábitos de consumo y de esa manera satisfacer al máximo las expectativas de sus clientes.