¿El cliente prefiere Big Mac, McChicken o Cheeseburger? ¿Patatas normales o deluxe? ¿O quizás tira más por el McFlurry? No importa cuáles sean sus preferencias, puesto que McDonald’s podrá conocerlas todas a fondo gracias a la inteligencia artificial.
Si hasta ahora este terreno lo dominaban gigantes tecnológicos como Google o Amazon, los restaurantes han comenzado a entrar en el juego del ‘machine learning’. Aprovechar la tecnología en pos de mejorar la eficiencia del negocio es ya una constante en el sector hostelero, y una cadena reconocida como McDonald’s no ha querido dejar pasar la ocasión, aunque sea en un contexto en el que se desconfíe de la recopilación de datos y el tratamiento que las empresas hacen sobre su privacidad tras el escándalo de Cambridge Analytica y Facebook.
¿Cómo lo hará?
Recabando según las compras efectuadas mediante su aplicación, cuyo uso quiere potenciar entre sus consumidores, información sobre los tipos de hamburguesas, ingredientes y hábitos a la hora de pedir de cada uno de los clientes, con la finalidad de anticiparse a sus pedidos y adaptarse a cada persona.
Además, la cadena de restaurantes sugerirá en función de los anteriores pedidos, menús que encajen con los gustos del comensal y en función de factores externos como la climatología, eventos, etcétera. Por ejemplo, en la época estival se encargará de resaltar los helados, mientras que en invierno será difícil resistirse a una bebida caliente.
¿El objetivo?
Reducir los tiempos de espera, fidelizar a sus clientes transmitiendo la sensación de conocerlos como a cualquier amigo cercano, reducir los errores humanos y, teniendo en cuenta todo lo anterior, aumentar el consumo medio de los clientes. Sin embargo, habrá que ver de qué manera puede afectar la potenciación de la aplicación y de las pantallas para gestionar uno mismo sus pedidos al personal humano de McDonald’s.