De unos años a esta parte las grandes superficies están volviendo al centro de las ciudades y lo hacen como supermercados de proximidad. En paralelo, la tienda de barrio recupera su antiguo protagonismo. También cobran fuerza los productos frescos procedentes en muchos casos de huertos urbanos. Según esta tendencia, las ciudades se harán más grandes, pero también más habitables y más saludables, un escenario que, a primera vista, puede parecer antagónico.
La apertura de supermercados de proximidad incrementará exponencialmente la demanda de frigorías, el consumo de energía para generarlas y la utilización de gases refrigerantes. Para Abel Pedrós, director de Marketing de Horeca de Eurofred, “lo que podría resultar amenazante para la sostenibilidad del planeta no significa que haya razón para preocuparse. La industria de la refrigeración llegará a su cota “0 emisiones” mucho antes que la del automóvil. De hecho, a partir de 2022 no se podrán fabricar ni comercializar equipos que utilicen gases refrigerantes que no sean 100% ecológicos”.
Por todo ello, Eurofred apuesta por presentar al mercado una línea de producto cero emisiones destinado a este segmento, con la que conseguir no solo cuidar el mediambiente, sino consumir menos y ser más eficientes. Unas soluciones que van muy por delante de la directiva europea FGAS, que establece la prohibición del uso de gases no ecológicos como el R404 en nuevos equipos a partir de 2020 y extiende el uso de los denominados “gases de transición” como R458 y R449 hasta 2022.
Nueva vida para la tienda de barrio
La nueva ciudad recupera el barrio, sus tiendas de proximidad y el producto fresco que se compra en comercios atendidos por personal especializado que aconseja y asesora a los clientes, aportándoles valor. También cambia el diseño de estos establecimientos, su iluminación, la presentación de los productos y su conservación.
Encontramos expositores, islas, muebles refrigerantes murales con pantallas LED en su frontal que ofrecen vídeos sobre los productos que contienen, vitrinas cuyas puertas se abren al ir a coger el producto y que se cierran automáticamente al sacarlo, para mantener la temperatura y reducir el consumo, además de sistemas de recuperación de calor que aprovechan el calor que genera el mobiliario de supermercado y lo utilizan para dar calefacción gratuita al comercio. Muebles de frío que, además de ser 100% ecológicos, con consumo mínimo y máxima eficiencia, son también inteligentes.
En esta carrera por la sostenibilidad, por el ahorro y por la eficiencia, la industria de la refrigeración se ha puesto en cabeza no solamente en tecnología sino también en soluciones comerciales para este tipo de establecimientos que mejoran la experiencia de compra de los clientes.