Un artículo de Luis Esteve, consejero delegado de Vayoil Textil.
La revista Mab Hostelero cumple 30 años y Vayoil Textil celebra este 2020 sus 25 años de historia. Un devenir en el que la trayectoria de la compañía y su crecimiento ha ido pareja a la evolución de esta revista que siempre ha sido un referente en lo que a información técnica para el sector de la hostelería y colectividades se refiere y con la que llevamos colaborando desde el principio.
En estos años el catálogo de productos textiles de cualquier hotel ha ido creciendo exponencialmente a base de toallas, sábanas y mantelería se ha configurado todo un ecosistema de productos destinados a ofrecer el mejor servicio y más completo al cliente hotelero.
Colchas, nórdicos de múltiples rellenos, toppers, zapatillas de baño, carta de albornoces, de sábanas de almohadas… que junto con la categoría de complementos y decoración que incluyen; desde una funda para el periódico pasando por una bolsa para la ropa, se ha abierto un abanico inmenso de productos que con la consolidación de las zonas wellness y spa de los hoteles sigue en constante evolución y crecimiento.
Un sector además cada vez más profesionalizado en el que todo no vale y en el que la calidad y el buen hacer ha sido la tabla de medir que ha pasado, de un gran número de empresas que se dedicaban a ofrecer lencería de hostelería y colectividades, a un grupo muy reducido que ha conseguido adaptarse y adelantarse a las necesidades del mercado.
La innovación y la sostenibilidad del producto, así como una atención personalizada y una fabricación prácticamente a medida para cada hotel y restaurante son las claves de un sector cada vez más exigente. No tenemos que olvidar que trabajamos para una de las industrias más potentes de nuestro país como es el sector turístico.
La conciencia social y ecológica se ha implantado en los ciudadanos y las empresas deben tener en cuenta que pesa mucho en la decisión de elegir entre un producto u otro la imagen que se tenga de la compañía. Por ello, ofrecer un producto respetuoso con el medio ambiente, social y ecológico es un factor diferenciador y una ventaja competitiva para el empresario.
Cada vez son más los clientes a los que ya no solo les importa si el artículo puede lavarse o no a mano, sino que quieren conocer el origen de la materia prima, de la hilatura, del tintado y de la fabricación del tejido o de la confección de la ropa.
La utilización de materias naturales como el algodón orgánico, lino y bambú son cada cada vez más valorados por parte de los hoteleros ya que son prendas que están en contacto directo con la piel del huésped. Otras fibras naturales sostenibles son; la fibra de plátano, corcho, ortiga, soja, cáñamo o naranja son algunas de las materias que la tecnología y la innovación natural nos permite fabricar tejidos.
En definitiva, innovación al servicio del entorno que nos acoge como compañía y al que nos debemos son las claves futuras de este sector.